Al Astro Rey


Cuando te canses de derrochar luz y mires a través de los ojos de la Luna.

Cuando por la ventana otee en el horizonte al punto cardinal que más odio porque te esconde tras los montes a diario y me deja sólo y apesadumbrado, añorando tu ausencia

Cuando no sea capaz de dilucidar cuánto hay de cierto, en que a tu huida me correspondes en tus sentimientos.

Observaré otra vez, como cada día, la pareja de jóvenes enamorados, apasionados en sus bancos, haciendo suyo el parque entero, porque el mundo para ellos hoy, es quien cobija el amor de la vida, mientras ellos a ti ni te miran, ni son conscientes que les alumbras y les rodeas con tus ardientes y áureos brazos.

¿Y qué me dices del anciano?, pobre alma errante, hastiado en vida, ansioso por volver junto a su esposa, tiempo ha fallecida en el ámbito terrenal, viendo como se marchita su cáscara mortal, y soñando porque esta noche sea la última que te vea marchar.

¿y esa joven madre?, pasea a su recién nacido, retoño de sus entrañas, hijo del deseo aunque no del amor, sólo te tiene a ti para dar calor a su pequeño, y tú rehuyes de su compañía y vuelves a esconderte, aún sabiendo que a la caída de la noche, ella rezará a un Dios en el que no cree porque no le faltes nunca.

Y mientras tanto, tú me hablas a mi, y yo te acuso de verte huir, pero escapa hoy, trasnocha en soledad, hazlo cuanto quieras mi Sol. Que si de algo estoy convencido es de que mañana volverás, y algún día cuando lo hagas, te atraparé y no escaparás.

5 comentarios sobre “Al Astro Rey

  1. este es un ejemplo de lo que te escribí ayer, en este relato el límite entre poesía y prosa se confunde infinitamente, si divides el entero relato en versos, obtienes una poesía estupenda. Tu recuento hace no obliga a interpretar, te deja libre de imaginar los detalles y esto la hace universal.

    1. Me di cuenta al releerlo que me había salido una poesía enmarcada y rellenada con pequeños detalles de prosa. Gracias por pasarte como siempre 😉

  2. Los jóvenes enamorados lo ignoran y permanecen indiferentes a su inmenso poder, el anciano no quiere verlo más, la joven madre lo necesita y tú…tú anhelas fundirte con él para desterrar para siempre las sombras de la soledad.
    Para mí el sol representa la fuerza, la vida. Cuando somos jóvenes, desconocemos cuánta poseemos y, lo que es peor, cuánto la echaremos de menos; en momentos concretos de nuestra etapa adulta, rezaremos a Dios para que no nos falte; en la vejez, algunos querrán, simplemente, que les abandone, para poder entregarse así a un sueño lleno de paz y luz que hay quien dice que es eterno.
    Es mi interpretación personal de tu relato.

    Gracias.

    1. Pues esa era la idea inicial del relato la verdad, eso si tu interpretación consiguió lo mismo con mejor capacidad de síntesis que yo :P. Un saludo y gracias como siempre.

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