Hace tiempo que navego a la deriva en el mar de mi propia melancolía, ahogado por unas emociones que desde lo más profundo de mis entrañas, me van carcomiendo poco a poco, con unas lágrimas que caen hacia dentro, acorralando poco a poco a mi corazón, haciendo que sus latidos sean cada vez más débiles ya que les obligo a vencer la fuerza que este lago de lágrimas impone.
Y mi mente no trabaja, ni funciona, y me repito el mismo mantra cada día, palabras huecas a la amante perdida que nunca tuve, un soliloquio intransigente de discusión vacía, el monólogo insostenible de la conciencia que no se soporta, la valentía del cobarde, la tristeza del payaso, una metáfora imposible del sentimiento del amor.
Tiembla mi alma dentro de mi, me sacude intermitentemente, luchando por escapar de la prisión en que se encuentra, donde no puede dar rienda suelta a sus pretensiones, atrapada, atada, amordazada, anudada por sus propias cuerdas.
¿Qué hacer cuándo lo más alto que llegas es a tus propias suelas?, el esfuerzo, la excelencia, la perfección, la lucha interna, ¿ y cuándo nada te parece suficiente?, y al final….¿qué tengo al final?, yo me rindo y me llega la sumisión, los pensamientos, las cavilaciones, vueltas y más vueltas, ejerzo el movimiento rotatorio, siempre sobre el mismo eje, sin avanzar, sin dar pasos adelante, sin mejorar, estancado en el mismo punto, cuando lo único que se mueve en esa dirección, es el tiempo y llegará el día en que se acabará, en que ya no tendrá más espacio para avanzar, sólo el último suspiro por el que de su prisión escape mi alma, dejándo tras de si, la piel mudada, lo inservible, las palabras huecas, los silencios, lo que no se dijo, aquello que no hice, todo lo que quedó en insípidas pretensiones.
Y lo hará, tengo por seguro que lo hará, porque alzo la vista y clavo mi mirada en los ojos del reloj, y al final del camino, donde una vez fueron manchas, ya diviso las manijas, y señalan una hora, fija en el tiempo y el espacio, marcando una hora que por suerte o por desgracia ya diviso, y significa que no tardará en llegar.