Todo aquello que puedo describir con palabras, es una mentira, y todo lo que no digo se hace silencio, y el silencio…no es más que una palabra.
Porque si te describo, ¿te veré?, si digo tu nombre ¿te tendré?, las palabras no existen, son étereas, son las formas que le damos a aquello que imaginamos, que deseamos y anhelamos, que tuvimos o que tendremos, y aún con todo ello, cuando te nombro mi corazón se hace tan grande, que basta una lágrima para que rebose.
Las palabras no existirán, pero a veces, se sienten.