«Cuatro son las letras» gracias a Leo
Una eternidad me llevaría
evocar tu rostro,
describirlo.
aprender a decir
que me quedan tan sólo
los “y sis” del ayer
o los recuerdos del mañana.
Llegue a pensar
será eterno.
No quería perderte
y tu escapaste.
Fuiste algo que no fue,
viví algo que no tuve,
disfrute lo que no había.
Soñé lo que mi alma quiso.
Y hoy estás junto a mí
Cuando te pinto cuatro letras
y yo…..
……..que
…………….aún…
…………………… no me lo creo.
Evocación y nostalgia…
Almas de la poesìa
«Evocación y nostalgia….
Almas de la poesía»
Pero…
Le falta técnica
y le sobra la fantasía
Lo releo y releo, y no le termino de coger el punto 😛
el punto está y la idea tambien, veras que lo encuentras, como te he dicho, el alma está dentro.
Cuán ilusos somos los seres humanos al creer en la eternidad de los sentimientos…Sin embargo, yo soy de las que creen que, de lo vivido, mejor quedarse con lo bello y desterrar lo malo, aunque, inevitablemente, nuestra traicionera memoria y nuestros sueños inconscientes nos recuerden que, tanto lo uno como lo otro, han quedado forjados a fuego vivo en las inexcrutables entrañas de nuestro yo más verdadero.
Por otra parte, aunque suene a tópico, nadie desaparece del todo mientras que sus destellos sigan calentando nuestro corazón y su recuerdo iluminando nuestra cara.
El ser humano siempre buscará el amor…
Mirlowe, en ocasiones, las quimeras necesitan que las tomes de la mano y las guíes por el frondoso bosque de los sentimientos, por el colorido valle de la imaginación, para coger de aquí y de allá, dejarlo caer después, volverlo a retomar para mezclarlo con otro «algo» que habías tomado pero en lo que no te habías fijado…
A mí me gusta.
Como bien dice egomanias, el alma está.
No te preocupes, mirlowe. Siempre podrás volver al bosque… 😉
Saludos a ambos.
Estoy de acuerdo contigo jimena en que tanto lo bello como lo malo, queda inevitablemente grabado en nuestra memoria, pero depende de nosotros que forje a fuego vivo nuestras entrañas y nos afecte a nuestro yo más verdadero.
Y sobre la última parte, está claro, que esto es el cuento de nunca acabar, si de algo me sirve tener arremolinadas en estas páginas todas las reflexiones, todos los cuentos, los poemas y sobre todo los comentarios.
Es para poder re-hacer lo escrito, rememorar aquello que dije, que sentí, aquel leve suspiro verde de esperanza que inhalé una mañana gris de invierno, mientras el cielo lloraba sobre la ruidosa ciudad, y en cambio en mi negro escritorio el sol se tornaba oro solamente por mirarle desde la roja pasión de mi corazón.
A veces al releer lo escrito, encuentras una palabra, un sentimiento una frase, que encaja a la perfección donde antes no lo hacía, y a veces basta una, y sólo una para pasar de no gustarte, a hacer de esos pensamientos tuyos.
Para siempre
y
Por Siempre