Y ahora que se, ya no se que hacer


Son las …. de la mañana, procuro levantarme despacio, en silencio mimetizándome así con mi propia alma, pero me cuesta muchísimo esfuerzo,

¿Pero por qué?, la vista se me va, reviso cada parte de mi cuerpo, dejo que mis sentimientos fluyan en cada una de mis extremidades para certificar que exista su vida, aún cuando de mi corazón no brota sangre.

Casi sin darme cuenta ya estoy en pie, y en mi mano tengo mi teléfono, inconsciente sigo leyendo, sigo buscándote, esperándote, implorándote en silencio. Enchido por el dolor y melancolia, por la desazón de vivir la vida sin vivirla, por llorar un cruel destino que me arrastra lejos de ti, y más hoy que nos separa algo más que la distancia.

De repente oigo el sordo golpe de una puerta blindada cerrándose en silencio. Hallándome yo al otro lado, fuera ya de mi hogar, fuera de mi…

Busco las respuestas en mi cabeza, no lo acepto, no lo quiero aceptar, no me rindo, pero quiero seguir viviendo, disfrutando, sintiendo…

Más rápido, estoy entrando, otra vez, ¿Cuántos kilómetros? Treinta y siete, ciento diez veces contados. Visitas, guiadas a través de mi corazón.

Tu no me verás, pero cada vez que mires al horizonte por tu ventana, yo seguiré esperando bajo tú alfeizar, esperándote para enseñarte a sentir, para que me enseñes a vivir a tu lado, para que hagamos de verdad lo que nos merecemos….


Es triste, pero hoy busco para no encontrar, cuando ayer, encontraba y no buscaba…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s