Aún recuerdo, como una de las primeras frases lapidarias que escuché salir de los labios, de una ex-novia, era una afirmación categórica; «Las personas nunca cambian» .
Y creo que hasta me lo creía, a día de hoy, me gusta ahondar más aún en la realidad o ficción de esta frase. ¿Hasta que punto cambiamos nuestras conductas o nuestros aprendizajes más profundos?, ¿No cambian hasta las más fervientes creencias de cuándo en cuándo?.
Si a día de hoy me hicieran esta pregunta, debería dar de respuesta, que efectivamente si cambian, o como diría nuestro amigo Heráclito «Todo cambia nada permanece» .
No sólo cambian nuestras costumbres, nuestra vida laboral, nuestra vida personal, y un largo etcétera de estas, y es que si nos paramos a observar la psique humana como una máquina en pos de la perfección, y si nos basamos en la creencia de que perseguimos el placer y el bienestar, lo único que hacemos a lo largo del tiempo y las experiencias, es aprender a modificar nuestras conductas para aumentar nuestro rendimiento de cara a conseguir el mayor beneficio con el mínimo esfuerzo.
Muchos critican que los cambios en la personalidad, en las conductas y en los aprendizajes, no son un cambio en la esencia de la persona, eso obviamente es así, nunca podremos dejar de ser nosotros mismos, pero por suerte, podemos ser dinámicos, y nuestra personalidad puede variar, requerirá esfuerzo, ayuda, disciplina, tiempo, pero al final se puede cambiar.
Muchas veces, lo hacemos inconscientemente, no tenemos en nuestra mente cambiar nuestra personalidad, volvernos ariscos con los demás, evitar relacionarnos socialmente, o viceversa. Pero las experiencias y el tiempo, hacen mella en nosotros, es cierto que si lo analizamos en términos Darwinianos más que cambiar casi todo el mundo «involuciona» por las malas experiencias de la vida, y el miedo a solicitar ayuda profesional.
Y es que en una conversación el viernes, salió a relucir la importancia de la Psicología en la terapia, y lo poco valorada que está, como apoyo en nuestros aprendizajes.
La mayoría de las veces no nos damos cuenta, del arma tan poderosa que puede ser el Psicólogo para vencer nuestros problemas, nuestros miedos, nuestras ansiedades…..
No son médicos al uso, pero si que empiezan a ser imprescindibles en muchos aspectos, en colegios, terapias de pareja, tanto sexuales como emocionales, hospitales, seguros.
Como mencionaba arriba, no somos más que un cúmulo de aprendizajes, de pequeños parches que van modificando nuestra manera de ser, a veces para mejor y otras para peor, pero sensibles al cambio, y para ello, nada mejor que contar con el apoyo de una persona, que nos asesore acerca de nuestro problema, alguien que nunca nos va a decir que hacer, si no que nos va a enseñar a nosotros mismos que debemos que hacer.
En esta misma conversación una de las razones que me dieron, al comentar la escasa popularidad que tenían las terapias psicológicas, era el hecho de que una inmensa mayoría de la gente aún piensa que el Psicólogo es un profesional al que se ha de acudir cuando se sufre un trastorno grave, y eso provoca que se vea como socialmente «malo» acudir al Psicólogo.
Además he descubierto (bendita ignorancia ) que existe el PIR algo que me parece extraordinario, porque es una manera de mostrar la figura del Psicoterapeuta en el ámbito tradicional de la salud.
Por todo esto (y probablemente por algo más) si que considero el cambio como algo propio del ser humano, además lo veo como acto consciente o inconsciente, y para más inri, tenemos a toda una comunidad de profesionales para ayudarnos a mejorar y aumentar nuestro bienestar.
Pero para todo ello, primero debemos ser nosotros mismos los que abramos nuestra mente, y comencemos a pensar en positivo.
«Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos» (GOETHE)
Solamente hay que mirarse uno mismo, como eramos hace unos años y como lo somos ahora.
Y es cierto que hay cosas que no cambian, pero hay muchas otras, que si lo hacen, que evolucionas, aprendes, te equivocas y estás en continuo movimiento… para mi eso es lo que vale .
Gracias por el comentario, y efectivamente, creo que lo bonito es que todos hemos cambiado, aún sigue habiendo quien piensa que no, pero realmente, con sus más y sus menos, todos cambiamos.
Un saludo!